Yo no sé si en otra vida fui luciérnaga, musgo o langostino.
No sé si fui hombre, ciervo o dinosaurio.
No sé si morí como una hormiga, justo en medio de aquel sueño, en una flor.
No sé si he sido feliz, si he estado triste o sido nube.
Tengo, te confiezo, algunas cosas de pájaro, heredadas sin duda de otros tiempos, y dos o tres sueños que insisten desde siempre.
En resumen: yo no sé si tenemos más de una vida.
Tengo pedacitos de recuerdos de este tiempo, y una colección de olvidos que guardo bajo llave. No sé si voy a volver a nacer, ni sé cuánto me quede por acá. Simple-mente sé que la vida es un estado bastante precario, el principal factor de riesgo de morirse. Estadísticamente, estar "muertos" es un estado bastante más probable que estar "vivos", y eso nos imprime una responsabilidad enorme (sin mencionar que a veces se muere en plena vida). Nacemos con una fecha de vencimiento que no está impresa al dorso, y por eso nos creemos inmortales, o acaso lo somos...
La única certeza que me queda es pretendo hacer con este tiempo algo que valga la dicha, porque ya estoy un tanto harta de las penas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario