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jueves, 6 de mayo de 2010

Viajes


La noche tiene un qué se yo que invita a ...

Repaso mental de todas las cosas que me llevaron hasta el momento actual: el frío naciente, manos en los bolsillos, música en las orejas y vamos andando, a caminar de noche.

Una especie de circo de animales sueltos alrededor y todo se mueve al ritmo del tema del mometo. Todos nostálgicos, festivos o en cámara lenta, según mis ganas e imaginación.

Llego a la parada, ergo, me paro a afrontar la espera, que de noche y lejos de casa se hace más eterna, pero a veces más interesante (no hoy, que es simple y llanamente eterna). Allá lejos y despacio (siempre despacio) viene el bondi. No el que nos deja en la puerta, claro, sino el que nos acerca para que podamos tomar otro, que sí nos deje en la puerta. Conexiones, como en el subte, como en la vida. Esa espera, aunque más cercana, se hace más eterna.

Debo confesar que me siento un poco omnipotente al parar una mole de 2 toneladas (no tengo idea cuanto puede pesar un bondi) con el solo movimiento de la mano (son esos pequeños delirios diarios que me divierten). Escaleras a Subir. "Mbuenas"... pip de tarjeta, mano al orificio por donde sale el tiket. Recepcionar el tiket. Tiket al bolsillo del pantalón. Buscar asiento, de preferencia, solitario. Automatizaciones varias. Cabeza en el vidrio y allá vamos o venimos. La música me taladra o construye la mente, me vuela o me pisa... Soy menos omnipotente ahora, y más vulnerable desparramada en mi asiento, en el mejor de los casos.

Pero es de noche. Y todo es distinto de noche. Y no es solo por la falta de luz. No es la misma noche de las 6 de la mañana, cuando las cosas tienen otro olor, y la mente piensa distinto. No no. Es otro mundo dentro del mismo. La gente cobra otra forma. La nostalgia es más nostalgia, el dolor es más doliente, pero (y por suerte) la risa es más risueña y sincera.

Dejarse llevar. No atar la mente a ningún punto fijo. Re-creo escenarios de la música que escucho, mientras varios otros de esos acríticos y hasta alienados comparten el movimiento de badenes y pozos varios. Por lo menos, 20 mentes pensando distinto, hasta que pase algo que los conjugue en un pensamiento común (ejemplo: puteada del chofer a transeúnte sin identificar).

Tocar el timbre. Bajar escaleras y desparramar la humanidad propia en el cordón o gabinete más cercano. Allá lejos y despacio (siempre despacio) viene el bondi. Escaleras a Subir. "Mbuenas"... pip de tarjeta, mano al orificio por donde sale el tiket. Recepcionar el tiket. Tiket al bolsillo del pantalón. Buscar asiento, de preferencia, solitario. Automatizaciones varias. Cabeza en el vidrio y allá vamos o venimos.

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